jueves, 16 de agosto de 2018

Una de cal y otra de arena en la primera jornada de ronda doble del CECLUB2D

Como en cualquier suizo que se precie, diría que aún más siendo por equipos, y, sobre todo, si estás cerca de la mitad de la tabla, toca dientes de sierra, con alternancia de encuentros difíciles (algunos cerca de lo imposible) y otros fáciles (es un decir, aquí nadie regala nada). 
De manera que adivinábamos que la ronda matutina (Rd2) frente a nuestros colegas de Burjassot, podría ser asequible. Rotación de jugadores, entran Juan y Mariano y contundente 4,5-0,5, que creo que, incluso, se va por encima de la esperanza matemática.
Otros resultados fueron más ajustados e, incluso, algún equipo se dio el lujo de revertir el resultado más probable. La intrahistoria de los encuentros fue más complicada aún y, por ejemplo, a Paco Vallejo le costó lo suyo doblegar a su adversario. Esto es ajedrez.
La ronda vespertina, nos enfrentaba a Beniaján B. Recuerdo que el A se estuvo peleando hasta el último momento con Sestao, por el título de la División de Honor. Así que uno se puede ir haciendo a la idea. Y aunque no jugaron los dos primeros de su orden de fuerzas (el primero es el MI David Pardo) tienen un equipo durísimo que, ya el año pasado, nos pasó por encima.
Nuevas rotaciones con Txemi, Jesús, Juan, Martín e Irati por nuestra parte.
Para empezar por el final, el resultado fue un tanto desolador de 5-0. Nadie que hubiera estado siguiendo las partidas durante la tarde hubiera predicho ese resultado al final de la ronda, pero, como decía, enfrente había un equipo muy duro.
Al poco de empezar las partidas, las posiciones parecían bastante igualadas...salvo la de Irati, quien se lanzó con una entrega un tanto salvaje (¿será producto de la fábrica?), que pareció conceder una ventaja un tanto temprana a su oponente. Cómo han cambiado los tiempos. Antes, si querías jugar agresivo, jugabas 1. e4 y, si te dejaban, ¡gambito de rey! Ahora juegas 1.b3 y luego tiras una pieza. ¿?
Hubo un momento, un tanto único, en que la posición pudo quedar igualada, pero, como casi siempre, esas cosas son más fáciles verlas desde fuera que desde dentro.
Las otras cuatro partidas se desarrollaron de manera más clásica, con ligera ventaja de las blancas, aunque con posiciones claramente muy distintas. La primera en finalizar fue la de Jesús. Pareció que el blanco quedaba un tanto mejor, pero con su estilo de juego, Jesús consiguió una posición bastante sharp. Cuando parecía haber igualado, se produjo un detalle táctico un tanto inesperado...
Muy distinto el devenir de la posición de Martín. Inicialmente, pareció que su AD iba a quedar muy bloqueado en su esquema de muro de piedra, pero Martín maniobró bien y buscó oportunidades dinámicas en el flanco de rey y con buenas posiciones para sus caballos que compensaban largamente la falta de actividad del AD. Cuando todo parecía encaminarse a una posición equilibrada, se dejó cambiar un caballo, cuyo resultado dejaba una estructura de peones muy delicada. Demasiada ventaja para un adversario del calibre de Sonia Gil.
Las últimas partidas en finalizar parecían garantizar, al menos, tablas. Juan se manejo con soltura en la apertura y aunque no salió con ventaja en la posición, sí acumuló una enorme ventaja en el reloj. La partida se le empezó a complicar alrededor de la jugada 20, con una clavada que a mi me pareció bastante insidiosa, pero, o el rival no acertó o Juan se zafó, y se pasó a una posición compleja en la que Juan, al menos, no estaba peor. En los terribles apuros del rival, se llegó a una posición que parecía bastante seca. Cuando, si lo que aparece en la retransmisión de chess24 es cierto (que, a veces, las posiciones finales no son lo que parecen), se dejó material de manera irreversible.
La última partida en finalizar fue la de  Txemi. Una partida que se desarrolló de una manera bastante convencional, hasta que su adversario decidió quemar las naves en una entrega que pareció arriesgada, pero que requería una defensa muy precisa. La posición derivó en un, no sé si denominarlo final, porque parecía haber demasiadas piezas y potenciales amenazas a los reyes, como para ser un final clásico, pero pocas piezas para ser un medio juego convencional. En resumen, dama y peones, contra torre, pareja de alfiles y (menos) peones. Una posición muy dinámica y extraordinariamente difícil de valorar. A pesar de ello, la partida parecía encaminarse hacia las tablas, tras casi cincuenta jugadas y casi cuatro horas de juego, cuando...está claro que no era esta nuestra ronda. Como decía más arriba, nadie que hubiera estado siguiendo las partidas durante la tarde hubiera predicho ese resultado al final de la ronda. Cosas que pasan.
Aunque estas derrotas siempre suelen escocer, objetivamente, el efecto para la clasificación no es muy diferente de haber perdido, 3-2 (que hubiera sido un excelente resultado). Y, afortunamente, hoy solo habrá una ronda. Será contra el Regatas de Santander. Un encuentro equilibrado que requerirá mucha concentración. Como posiblemente no se retransmitirán, nuestros nervios lo agradecerán. ¡¡¡Animos!!!
 
Disputar estos Torneos tiene una serie de intangibles, más allá de jugar partidas interesantes, como se puede ver a continuación.

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