En relación al artículo publicado
en la página de Mikel Gurea (en adelante MG) el día 25 de febrero, firmado por el Sr. Mikel
Razkin, la sección de ajedrez de Oberena (en adelante SAO), en su legítimo
derecho a la defensa, desea manifestar lo siguiente:
El autor del artículo vierte
algunas descalificaciones muy graves apoyadas únicamente en el hecho de la SAO haya
solicitado algo tan natural como que un jugador del equipo contrario no fuera
el árbitro del encuentro entre ambos clubes de la Liga Vasca.
Veamos lo que dice al respecto el
Reglamento del
Comité de Árbitros de la FEDA:
“No podrá arbitrar una Competición Oficial de
ámbito estatal quien incurra en una de las siguientes incompatibilidades:
a) Ser jugador de la misma competición. En las
competiciones por equipos, esta incompatibilidad se amplía a los miembros de
los clubes participantes”
Puede ser
que la FVA y la FNA no estén obligadas por este reglamento, pero el principio es
indiscutible.
El autor
del artículo trata de justificarlo con la siguiente frase “Llevamos 30 años en esto y
venimos de ser arbitrados todos los días por colegiados que a veces hasta
llevan el polo verde de las piscinas “. Esto en
la FNA no es cierto. En un encuentro entre dos equipos, nunca ha arbitrado un
miembro de uno de ellos.
Basándonos
en este principio (que el árbitro no debe pertenecer a ninguno de los 2 equipos),
la SAO protestó la designación de la FVA, y fuimos informados
de que la petición de ese arbitraje había sido hecha por el propio club Mikel
Gurea. Este dato, bastante importante, fue omitido en el artículo referido.
La FVA nos dio la razón y decidió
que el encuentro se celebrara sin árbitro.
La cosa podría perfectamente haber
quedado así.
Unos días después, justo el día anterior al encuentro Mikel Gurea –
Oberena, la FVA nos remitió un comunicado de Mikel Gurea, firmado por su presidente,
con el siguiente texto:
“Atendiendo a fórmulas que se han utilizado en el ajedrez navarro en
otras ocasiones, este sábado en la disputa de la ronda 4 de Liga Vasca sólo
podrán acceder a la sala de juego del club Mikel Gurea, por cuestiones de aforo
y seguridad, los cuatro componentes de los dos equipos, los dos delegados y el
árbitro si lo hubiere. También recordamos que no se podrá salir de la sala de
juego sin el permiso del árbitro hasta la finalización de la partida. Los
miembros de la Junta directiva del club, si lo estiman oportuno, podrán hacer
uso de las instalaciones.”
Nos pareció bastante extraño, y
de nuevo la sección de Ajedrez de Oberena protestó a la FVA por el
desequilibrio en las condiciones invocando la ley del deporte (igualdad de
oportunidades, tolerancia en el deporte y “fairplay”, Ley 19/2007, de 11 de
julio, entre otras). Además, preguntamos si se había aplicado en los otros
encuentros. La FVA no aceptó nuestra
protesta y no contestó nuestra pregunta. Jugamos el encuentro. Luego
comprobamos que MG no había puesto esas condiciones en otros encuentros.
La cosa podría perfectamente haber
quedado así. Pero no quedó. Unos días después
MR publicó el artículo referido en la web del club MG. Con la excusa de la
crónica del encuentro, lanzó un ataque desproporcionado y gratuito a la
institución Oberena con expresiones ofensivas y profundamente desafortunadas,
como “Cree el ladrón que todos son de su condición” o “el juego
subterráneo en que algunos se manejan
con exquisita maestría” y por último en un claro exceso de interpretación nos
achaca las peores intenciones “para desestabilizar, evitar que el contario
continúe progresando”.
Todo esto por haber solicitado
que el árbitro no fuera de ninguno de los dos equipos.
Oberena quiere mirar hacia
adelante y con estas aclaraciones considera zanjada este asunto. Pero se
defenderá en todos los ámbitos que considere oportuno si los ataques persisten,
y lo hará en el futuro cada vez que sea necesario.