Con la disputa del
VIII Torneo de Oberena (
del que dábamos cuenta aquí), se cerró el
Circuito Escolar 2013. La celebración de este Circuito me parece uno de los mayores aciertos del Calendario de la FNA, porque, aunque no forme parte del Calendario oficial de competiciones, promueve, como pocas actividades, la práctica entre los más pequeños, sirviendo de nexo ideal entre el ajedrez educativo y el competitivo.
La verdad es que si no habéis estado presentes en ninguno de los torneos que forman parte del Circuito resulta difícil transmitir el magnífico ambiente que suele haber, así que os invito a que os acerquéis a alguno de los que formarán parte del
Circuito Escolar 2014, que ya se inicia
este domingo (12) en Peralta. A mí me gustaría destacar, además del entusiasmo de los propios chavales y de sus monitores, el de los padres que creo que sufren mucho más que los dos colectivos anteriores y que, en general, muestran un comportamiento de lo más civilizado (recuerdo otros tiempos y espacios en los que había que mandarlos furea de la sala porque alguno se empeñanaban en intervenir más que sus propios hijos: alguien lo habrá visto en algunas películas como
En Busca de Bobby Fischer).
El Circuito es un lujazo en cuanto al nivel de sus jugadores y más de uno lo pasaríamos canutas por el nivel de exigencia. De manera que, para muchos chavales, poder disfrutar de la posibilidad de disputar partidas contra algunos magníficos jugadores ya debe de ser, en sí mismo, un regalo. A mí, además, me gusta el nivel de camaradería que existe, en general, entre los chavales, independientemente de los clubes a los que pertenezcan.
El Circuito de este año ha perdido alguno de los torneos de otros años (efectos colaterales de la crisis o cansancio de alguno de los organizadores), pero ha ganado en otros nuevos.
Como aspectos a mejorar (no todo el monte es orégano) yo señalaría un par de detalles. Algunas veces, algunos monitores pierden los nervios y he visto caerle algun "chorreo" a alguno de los chavales, como si al no ejecutar una magnífica jugada el chaval hubiera fallado el penalty decisivo de la Champions. Es evidente que los monitores están muy implicados, pero nunca hay que olvidar que hay que ser generoso en el esfuerzo y desprendido con los resultados. Otro aspecto que me gustaría resaltar es que algunos (bastantes) Torneos están prescindiendo de la categoría Sub16. La razón es, probablemente, que suele haber pocos chavales que se animen en esta categoría. Pero no deja de ser un argumento circular: los chavales se animan menos porque tampoco hay continuidad en esta categoría. A mi me gustaría recordar que es un Circuito Escolar y, en este país, la educación obligatoria dura hasta los 16. Así que blanco y en botella. Además, me gustaría recordar que esta es una edad bastante crítica para la continuidad de los chavales en la práctica del ajedrez. Cuantas más facilidades les demos para que se queden, mejor. No hace falta que se organice como una categoría independiente, sino que se puede integrar con los sub14, como se hace en varios Torneos del Circuito. Así que, organizativamente, no es demasiado complicado...Bueno, ya lo he dicho.
Otra cuestión que me gustaría destacar es que la clasificación final es una mezcla de las participaciones y los resultados: se exige una participación mínima para poder entrar en la clasificación final (lo que promueve la continuidad, un valor complicado a estas edades) y lógicamente, una mayor participación da más probabilidaes de tener un mejor resultado final, pero, para compensar, sólo se tiene en cuenta el mejor 75% de los resultados. Una sabia mezcla que, no obstante, algunas veces provoca alguna confusión entre los participantes (y sus padres) que quedan un tanto decepcionados al no confirmarse las expectativas que inicialmente podían tener. Tal vez habría que hacer un
esfuerzo pedagógico por parte de la Federación (
Post-scriptum: Igual me he pasado de
políticamente correcto en esta última frase.
José ha escrito un comentario con una visión un poco más crítica que creo que merece la pena considerarse. La podéis leer pinchando en el enlace a comentarios de esta entrada o, directamente, en
este enlace).
Bueno, y tras todas estas consideraciones, vamos con las clasificaciones finales (cuya fuente original está tomada de
aquí).
Sub8
El triunfo final ha sido para
Manex Reguillaga, quien a lo largo de los Torneos del Circuito, ha ido alternandose con
Leyre (finalmente subcampeona) en el puesto de honor. El tercer puesto para
Carlota Aramendia. De la dureza de la competición puede dar una idea que
Marta Roldán, actual
Campeona de España sub8 femenina, ha sido cuarta; con
Alex Pedchenko, quien fue como un tiro en el
Torneo de Navidad, completando el poker de cabeza.
Sub10
La alternancia del Sub8 se vió aquí reflejada entre Iván Iturralde y Haizea Salvatierra (por este orden) con Alberto Gutierrez completando el podium. Cuarto y quinto puesto para nuestros Lucía y Aimer, quienes han cumplido un ciclo magnífico.
Sub12
Territorio
Santa Ana:
Iñigo Ortín, campeón;
Daniel Roldán, subcampeón;
Ainhoa Ortín, cuarta y
Aitor Martínez Beranardo, quinto. Entre esta marea tudelana,
Javier Lizuain (tercero), quien, en el reciente
Torneo de Navidad, ha dejado pruebas más que sobradas de su clase.
Sub14
El campeón, no podía ser otro,
Mikel Ortega, a quien no vamos a descubrir ahora y que acaba de completar un
Torneo primoroso en Roquetas. Sin embargo, se equivocarían quienes suponen que su triunfo ha resultado sencillo, ya que, en varios de los Torneos, sus compañeros/contrincantes le exigieron a su máximo nivel. Subcampeón, en una categoría, en la que sólo dos jugadores pudieron completar la participación requerida para entrar en la clasificación final,
Alex Ortega.
Sub16
En una situación clasificatoria análoga a la Sub14, el minipodium estuvo copado por oberenistas, con Alex como campeón y Angel, como subcampeón.
Enhorabuena para todos ellos y para el resto de los participantes, sus monitores y sus padres (¡ah!, y los sufridos árbitros).
Los tableros vuelven a echar fuego desde este domingo en Peralta.