Más o menos previsible, desde el principio del Torneo,
Pablo Urriza ya llevaba varios años merodeando el título que hoy, ya, finalmente, adorna su palmarés.
Pablo era el número 1 del ranking inicial y, conforme al mismo, dos tablas con los dos únicos candidatos que, desde el principio parecían poder discutirle su supremacía (
Daniel Roldán e
Iñigo Ortín) y el resto, victorias. Si contra
Roldán tuvo que salvar un final inferior, aunque tablas teóricas (ver
aquí), contra
Iñigo todo fue más apacible aún: una
Rossolimo tranquila, en la que, seguro que entre los contendientes hubo alguna tensión, pero que, desde fuera, se vivió sin demasiada trascendencia. Mejor también en el reloj, la oferta de tablas era imbatible.
Pablo añade su nombre a un largo
palmarés, en el que es probable que su nombre vuelva a aparecer, de nuevo, en próximas ediciones. ¡Enhorabuena!
De manera muy cartesiana, al número uno del ranking inicial, acompañaron en el podium, el 2 y el 3. Que nadie se moleste, pero tengo cerca personas que suelen decir, ¿hacía falta jugar el Torneo? Bueno, ya sabemos que sí. ;-)
Iñigo era la contraparte de
Pablo en la primera mesa. Supongo que intentó apretar, pero sin perder de vista que las tablas le garantizaban el título de
Campeón Juvenil.
Otra cosita fue la partida de
Daniel Roldán. Le tocó en suerte (es un decir),
Cristian. Una de esas partidas que, si ganas, nadie valora, pero, si no...A pesar de que
Cristian planteó un
Volga,
Roldán pareció salir bastante bien y obtuvo una cierta ventaja...pero la partida se tornó en una larga contienda...con final feliz para el de
Ribaforada, tras desliz postrero de
Cristian.
Otro título que se jugaba el sábado era el de
Campeona Femenina. La favorita evidente era
Ainhoa Ortín, pero en la última ronda se le cruzó
Javier. El
txiki estuvo espectacular y, a pesar de que la resiliencia de
Ainhoa, es sobradamente conocida, se llevó el punto. Esto no fue óbice para que
Ainhoa se llevara el título, porque a pesar de la victoria de
Leyre, que llevó a un empate entre ambas,
Ainhoa quedó por delante, por mejor desempate.
Me atrevería a decir que uno de los
grandes triunfadores (
subliminares) de esta última ronda es
Mikel Ochoa (sin disputar la última ronda, en plan
Cid Campeador). Acertar todos y cada uno de los resultados de las cinco priemras mesas, tiene más que mérito....y eso que él asegura que no tiene bola de cristal.
Yo pensaba que sacaríamos algún punto más. Además de la disputada y aguerrida derrota de
Cristian y la victoria de
Javier (no se puede obtener más), derrotas de
Aimer y
Juan.
Aimer tuvo una partida dura con
Lizuain y, a pesar de la entrega de material para salvar los muebles, la partida pareció demasiado unidireccional.
Otra cosita fue la partida de
Juan. Claro que tenía enfrente a
Javier Cinza (es bueno que
nuestros chicos vayan teniendo partidas "
clásicas").
Juan pareció tener las mejores opciones, pero
Cinza defendió con tesón y
Juan pareció tomar opciones un tanto evanescentes, en el ataque. La vida en el entorno de los 1900-2000 empieza a ser más complicada y hay que afinar. Buen aprendizaje.
Mikel Ochoa afinó también en el resultado de
los otros dos oberenistas que se encontraban en mesas menos mediáticas. Aunque aquí hubo más dosis de fortuna.
Martín estuvo estupendo ante
Sanciñena, un rival complicado. En el final de la partida
Martín se adornó un poco, pero terminó apuntándose el punto.
Leyre tuvo una partida más que complicada. Eso de pasar de víctima a favorito es lo que tiene.
Leyre no dejó de luchar en todo momento, incluso cuando la posición parecía más que seca. Entre su propia confianza y la ventaja en el reloj...
Del resto de las paridas, merece la pena destacar que, una vez más, los jóvenes se impusieron ampliamente ante los veteranos.
Algunos efectos colaterales que merecen la pena ser mencionados, además del hecho de que Javier haya hecho podium Juvenil (además de un fantástico quinto puesto absoluto, al que se unen las magníficas actuaciones del resto [8º, 9º, 11º, 15ª, 17º, 29º]) y Leyre, podium Femenino (en concreto, Subcampeona), son que Aimer, a pesar de caer derrotado en las dos últimas rondas, se apunta un +104. Sin llegar a tanto, pero no está mal, Cristian +66; Juan, +45 y Javier, +40.
También merece destacar que, con estos resultados,
Javier rebasa, virtualmente, los
2000 y
Martín, los
1900. Seguimos creciendo.
Por cierto, siendo la última ronda, era más o menos normal que hubiera muchos aficionados por allí, pero no puedo evitar una mención especial para
Pedro. Pura pasión. Ajedrecística...y de la otra.
Post Scriptum: Una visión complementaria, tanto en texto como en fotos, está en la
crónica de Mikel Ochoa en el Blog de Orvina.
Las excelentes fotos de
Alberto Ortín, están en
este enlace.