Como decía en una entrada reciente, había que ir con ánimos, pero siendo conscientes de la dificultad del empeño: sólo ir a los Campeonatos de España, ya es un buen premio...pero también había que estar atentos a posibles buenas noticias. Y estas empiezan a llegar.
Elena ha obtenido el Campeonato de España femenino sub8, tras un Torneo magnífico en el que en todo momento ha estado jugando en los primeros tableros y en el que ha finalizado en el noveno puesto absoluto. La última partida, que perfectamente pudo haber caído de su lado, le hubiera podido dar el podium absoluto. Magnífico resultado.
Javier ha finalizado en el decimonoveno puesto, ocupando el segundo puesto entre los sub7 (hay que tener en cuenta que él es sub6), categoría que ha liderado en todo momento. Su actuación, aun siendo extraordinaria, podría haber sido de escándalo, de no haber perdido las dos últimas rondas. En particular la última, que tuvo ganada en todo momento, pero, en la que un despiste...Bueno, cosas que pasan. Impresionante.
Magnífico, también el torneo de Niobe, quien ha finalizado en el puesto vigésimoquinto y tercera femenina. Niobe tuvo la mala fortuna de ser emparejada en la primera ronda con unos de los que, a la postre, estuvieron disputando el Torneo hasta el último momento (tercero) y, ya se sabe, que comenzar un suizo con una derrota, no anima, precisamente, y menos aún en un Torneo tan incierto como un sub8. No obstante, luego enderezó el rumbo y tuvimos la posibilidad de ver varias de sus partidas retransmitidas, incluso la última, en la que venció de manera contundente.
Buenos resultados, aunque algo más discretos de los otros dos representantes navarros, los peralteses Pablo Fuertes y María Burgui. Los resultados completos del Torneo, que pudo seguirse en directo en sus primeros tableros, donde siempre hubo varios txikioberenistas en liza, pueden verse en este enlace. La victoria de Elena revalida el Campeonato de España femenino sub8 para
Navarra (ya que el año pasado la campeona fue Marta Roldán) y los resultados de este año mejoran
nuestro resultado particular del año pasado en el que Leyre fue cuarta (ver aquella crónica) y es un indicio más que evidente de que parece que hay bastantes cosas que se están haciendo bien, además del talento natural de los txikis y la entrega de sus padres, claro.