Adentrarse en el último tercio de la Primera División de la Liga Vasca es como cruzar un punto de no retorno. Evidentemente, en todas las competiciones, entrar en la fase final, significa que el margen de maniobra se reduce y todo se magnifica. En la Primera de la Liga Vasca, con todos lo equipos tan apretados en la clasificación, esto tiene una significación aún mayor.
A nosotros, en esta ronda, en casa, nos tocaba Zarautz. Un equipo que había empezado perdiendo las tres primeras rondas, pero que, en las tres siguientes, se había impuesto, incluyendo un sorprendente 3,5-0,5 ante los entonces líderes, Danubio. En la ultima, como referencia, victoria ante Orvina, que se estaba jugando mucho. Así que el contexto era que encarábamos una ronda decisiva, sin mucho margen para errores.
Afrontamos la ronda con una alineación creo que inédita hasta el momento: Dani, Aurelio, Txemi y Pedro (Viñal). La verdad es que las alineaciones de este año están teniendo todas muy buena pinta. Pero, claro, hay que jugar las partidas y los adversarios también cuentan.
Mikel Vicente - Pedro
Los zarauztarras recuperaban para el encuentro su alineación titular, que no habían utilizado desde la primera ronda. La partida comenzó al ritmo de una apertura Bird (cuanto daño hace este Magnus! 😂). Creo que desde los primeros compases de la partida, Pedro intentó hacerse con el control de la misma. El blanco no hace mucho por por mantener la iniciativa, pero tampoco se deja grandes cosas. Se van cambiando las piezas, y aunque se llega a un final ligerísimamente favorable para Pedro, caballo contra alfil, con multitud de peones, tampoco resulta evidente que exista un plan para ganar. Se firma el armisticio a media tarde.
Nuestro primer tablero no solo es un jugador de talento, sino además moderno, en el sentido de que puede jugar casi de todo. Esta vez tocó algo menos animado que en las rondas recientes, lo que no evitó que, tras la escaramuzas de la apertura, fuera consolidando una cierta ventaja. Fran, un tipo curtido en muchas batallas, debió de ver la situación bastante desesperada, porque decidió echar la casa por la ventana en busca de, supongo, un continuo. Dani neutralizó las amenazas e impuso su ventaja material.
Más de tres horas y media de juego y las dos partidas que quedan en juego están más que interesantes. Tanto Aurelio como Txemi tienen, o están a punto de tener cierta ventaja material, pero una cierta incertidumbre, en cuanto a si las posiciones ventajosas podrán finalmente materializarse: las tablas de 0,75-0,25 aún no se ha inventado. A todo esto los dos jugadores zarauztarras en juego en las dos últimas partidas fueron extraordinariamente extrovertidos, con comentarios entre ellos, en voz alta, del tipo "esta posición no la pierdo" y cosas así, ante cierta sorpresa por nuestra parte, todo hay que decirlo. Pero, vaya, pura anécdota.
Txemi - Ander Zulaika
Txemi también es bastante camaleónico en el comienzo del desarrollo de sus partidas. Esta vez, las cosas comenzaron de manera bastante moderada y, tras una fase en al que pareció que podía obtener ventaja, fue el negro quien pareció consolidarse. Luego vinieron maniobras en la que se aseguró el control de la casilla "d6" y cambios favorables y, de esta manera, pareció legar a un final favorable con caballo contra alfil y muchos peones. Un final con ciertas connotaciones al de Pedro. Ya es casualidad que se dieran dos finales tan parecidos cuando no son de lo más habituales. Txemi pareció estar en condiciones de hacerse con el punto, pero, a pesar del caballo, demasiados peones y el rey de las blancas no consiguió tener espacio para progresar en el terreno enemigo. Unas tablas, que pudieron parecer dar para más, pero no era todo tan sencillo. Estos ritmos de juego, tampoco favorecen que los finales sean, precisamente, lo mejor tratado de la partida, ya que, a veces, hay que jugarlos altoque. A pesar de cierto apesadumbramiento de Txemi, por no obtener la victoria, un más que valioso medio punto.
Erik Juez - Aurelio
El blanco intenta sorprender con un esquema irregular frente a la Siciliana de Aurelio. Largas maniobras en las que negro parece llevar la iniciativa en el juego y, más claramente aún, en el reloj. Allá por la jugada 40, Aurelio consigue concretar sus maniobras con una ventaja material de un peón, pero a costa de entrar en un final de damas, en el que las posibilidades de un continuo paracen probables. A pesar del convencimiento (explícito) del jugador de blancas de que no podía perder, Aurelio hace gala de su magnífico conocimiento de los entresijos de este noble deporte/juego/ciencia, que incluye un más que acertado cálculo y termina imponiéndose, con precisión, más allá de la jugada 60, con un exquisito plan.
Resumen de la jornada. Un excelente 3-1 que, dado el desarrollo de las partidas, tal vez, pudo haber sido mayor, pero que resulta una más que valioso resultado. Aunque, aquí no se pueden bajar los brazos hasta que la competición haya finalizado.
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