Finde de semirrápidas: Alfaro y Valladolid...y más

Durante este finde, ha habido presencia oberenista en un par de Torneos de Semirrápidas, allende la Foralidad. El sábado, Torneo de Navidad de Alfaro. Setentaytantos jugadores, con Iñigo Ortín, Alvaro Bayo Bayo, Juan Carlos Blázquez y Daniel Roldán entre los principales favoritos. Presencia oberenista con Pedro y Andrés.

El triunfo final correspondió a Alberto Arnedo, con 7/8. El joven alfareño destacó en su juventud y tras su traslado a Cantabria, por razones de estudio, jugó un par de temporadas en el Solvay. Yo le perdí la pista cuando, tras finalizar sus estudios, con brillantez, se trasladó a Estados Unidos a proseguir una exitosa vida profesional. No se si sigue jugando por allí (la USCF no siempre cruza sus datos con la FIDE de manera amistosa), pero no me constan registros en la FIDE. En cualquier caso, me alegro de que mantenga afinada su perspicacia ajedrecística. El subcampeonato fue para Daniel Roldán y Francisco Javier Toledo cerró el podium.

Genial actuación de la expedición oberenista en la que Pedro se adjudicó el premio al mejor Veterano, mientras que Andrés consiguió el premio al mejor Sub2000. La clasificación completa está en este enlace.

El domingo, un poquito mas lejos, Torneo Internacional de Valladolid. 140 participantes, incluidos más de 30 titulados. Una barbaridad. Allí se plantaron Jesús, Javier, Juan y Leyre a hacer de las suyas, con gran desempeño. El triunfo final fue para el favorito inicial, Jaime Santos, con David Pulvett, en el segundo puesto, y Strikovic cerrando el podium.

Los nuestros brillaron a gran altura, con Jesús en el duodécimo puesto (partía del 18), con Juan como 2º Sub1900, Leyre, 1ª Sub1800 y Javier, mejor Sub12. ¿Quién da más? La clasificación completa está en este enlace.

Buena jornada en Lorca para los nuestros, victoria de Huerga en el Arrasate Hiria, sorpresa en el Torneo de Navidad de la FNA, y comienzo del Campeonato del Mundo de Rápidas, en una jornada en la que, más allá de la actualidad de los resultados, nos tocó acompañar a alguno de los nuestros en esos tránsitos que prefiriríamos que no sucedieran. Pero la vida es así. Me quedo con la presencia de los compañeros, los cuales, aunque algunos de ellos ya no se prodiguen en los tableros, mantienen esos lazos que es posible que ya no se extingan.