Oberena B afrontaba la última ronda con cierta ventaja para proclamarse campeón de la categoría y, además, se enfrentaba al último clasificado. Pero (falsas) confianzas, las justas. De manera que repetimos la alineación de la penúltima ronda, solo una ausencia en los primeros seis, y entra Kike por Andrés, en el sexto. Lo cierto es que tampoco había muchas alternativas, porque los tres que no pueden jugar tenían otros compromisos. La historia, casi siempre se puede escribir así, desde la versión grandilocuente o la cruda realidad. Lo cierto es que disponer de un orden de fuerzas exiguo, obliga a ponerse las pilas. Pero ninguna recriminación. Y exquisita labor de aliño del capi, claro.
Cuando nos sentamos ante los tableros sabemos que conseguir tres puntos nos hacen campeones matemáticamente, pero la realidad debe de ser más generosa porque nuestros seguidores más próximos (Santa Ana C y Oberena C) se enfrentan entre ellos, así que el objetivo está muy cerca.
Más aún cuando, iniciadas las partidas, Txema tiene problemas para comerse las piezas a la velocidad que su adversario se lo propone. En un abrir y cerrar de ojos, se cierra la primera partida de la tarde (en todas las categorías). Buenas noticias, aunque Txema estaba un poco contrariado al finalizar la contienda. No me extraña. Con un poco más de tiempo, aunque no mucho, las tres partidas con blancas se terminan resolviendo favorablemente, lo que nos da el triunfo matemático. Las otras tres partidas (con negras) llevan algo más de tiempo, aunque algunas persistiendo con un abusivo desequilibrio de material, y solo la generosidad de Kike evita que nos llevemos el set para completar nuestro desempeño en el Torneo.
El triunfo en la categoría ha sido incontestable. Es verdad que, a priori, podría esperarse que Oberena B dominara la categoría, pero es evidente que hay que jugar las partidas y no todo está escrito en las líneas del tío Arpad. Aimer ha estado casi imperial en el primer tablero y varios jugadores han estado en sus 100% o casi. Alguno se ha adornado en exceso, porque su talento táctico es extraordianrio, pero tendrá que aprender a gestionar sus capacidades frente a lo práctico. En cualquier caso, un triunfo muy reconfortante en muchos aspectos.
Oberena C se enfrentaba a Santa Ana C en un encuentro que, probablemente, determinaba el segundo puesto de la categoría, pero que, dependiendo del resultado, podía, incluso, definir el campeón de la categoría (muy improbable y siempre dependiendo del resultado de Oberena B), pero que podía mandar al perdedor, en caso de resultado extremo, fuera del paraíso de los 4 primeros. Al comenzar la ronda, una cierta sombra de perplejidad. Tras Leyre, en el primer tablero, el equipo prescinde, o no ha podido reclutar, a los siguientes 6 jugadores en el orden de fuerzas. Está claro que a algunos, les gusta vivir en el alambre. Como compensación, Santa Ana C tampoco luce sus mejores galas, ya que el primer equipo de los de Tudela recluta varios de sus jugadores. Más allá de la victoria de Leyre, quien ha tenido un comportamiento excepcional, el equipo encuentra consuelo en los últimos tableros, para empatar un encuentro, que no fue el resultado más obvio durante la mayor parte de la tarde.
La combinación de estos dos encuentros, decidía los tres primeros puestos de la categoría, que garantizaban la permanencia en la categoría de la plata del ajedrez navarro. Pero aún había más que ver.
Santa Ana B conseguía un triunfo nítido frente a Arrano, a pesar de alinear estos últimos una escuadra por encima de lo exhibido a lo largo de la mayor parte del campeonato. Pero, como ya indicábamos aquí, uno de los encuentros, si no el encuentro, de Primera era el que enfrentaba a Mikel Deuna, uno de los favoritos iniciales, a Orvina, que detentaba el cuarto puesto. Las rondas finales, tienen como virtud que la alineación tiende a parecerse más a la original que la que se exhibe durante el resto del Torneo. Así, los veteranos de Mikel Deuna, si bien no alinearon a su 6 ideal, el equipo subió un punto, en relación a lo visto en el Torneo. Baste como comparación que Orvina presentó un equipo muy parecido al que, en la pasada ronda, empató con nosotros, mientras que los de Burlada, se impusieron por un nítido 4.5-1,5: ganando con blancas y entablando con negras, en plan campeón.
El conjunto de resultados hace que Oberena B, Santa Ana C y Oberena C ocupen los tres primeros puestos y se mantienen el año que viene en la División de Plata (algunos, a esto, lo llaman "ascender"🙈) junto con Santa Ana A, Mikel Gurea, Paz de Ziganda y Runa, para conformar la nueva Preferente.
Santa Ana B podría haber ocupado la octava plaza, pero no solo el desempate parece favorecer a Mikel Deuna, sino que la "normativa" acordada para la próxima temporada establece que solo dos equipos del mismo club pueden tener plaza en Preferente. De manera que el octavo puesto de la categoría será para los de Burlada.
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