No hay quinto malo

Eso debió de pensar ayer Carlsen, aunque desconozco si, en noruego, utilizan alguna fórmula similar. El caso es que tras una apertura en la que, de nuevo, Anand pareció quedar inicialmente mejor, su prudencia, le llevó, de nuevo, a descartar las líneas más agresivas y permitió una liquidación cuasi masiva de piezas. Así que se llegó a una posición con alguna ventaja objetiva, aunque muy pequeña, para Carlsen. Bueno, habría que decir que para todos los humanos, menos para él, porque, como bien titula hoy Leontxo en su crónica de El País, Carlsen es capaz de exprimir un guisante, si bien, es verdad que parece que con un poco de ayuda de Anand que ayer no jugó el final con la precisión que en él es habitual. Carlsen se pone por delante, en una situación que muchos habían calificado como crítica antes de llegar a la mitad del match.

Cuando se publique esta crónica se estará disputando la sexta partida y nosotros velando armas para nuestro encuentro con Runa. ¿Qué deparará el duelo en la cumbre (además del de Chennai) entre Orvina y San Juan?