jueves, 14 de noviembre de 2013

Una gran cuarta partida

La cuarta partida disputada ayer en el Match por el Campeonato del Mundo nos deparó unos momentos de intensa belleza ajedrecística. Tras las dos primeras, un tanto anodinas, y una tercera que prometió, pero no dió demasiado, la cuarta sí tuvo muchos de los ingredientes que se espera del enfrentamiento de dos grandes virtuosos del juego.
Anand acaba de jugar 18.Cc3-e2, ¿te atreves a comer en a2?
Tras jugarse un Muro de Berlín (algo que entraba en los pronósticos de muchos expertos), Anand jugó un 18. Ce2 que ha recibido todo tipo de comentarios desde la admiración de Leontxo en su comentario de El País, hasta la dudosa de Twan Burg en Newsaboutchess (este sitio es bastante interesante y, en particular, en el vínculo que os he enlazado el autor hace un "digest" de comentarios que muchos expertos hacían en Twitter. La jugada es interesante porque planteaba a Carlsen la posibilidad de comerse un peón envenenado que muchos han comentado que tenía una cierta semejanza con el Spasski-Fischer (aunque era en el flanco de rey) donde el americano se comió el peón y el alfil terminó cazado y Fischer perdió la partida. Esto es algo que, claro, las máquinas no pueden evaluar y, de hecho ellas se zampaban el peón y listo (había que ver que el alfil no sólo salía sino que, de a2, terminaba encontrando refugio en la remota casilla c8. ¿Hasta donde vieron cada uno de ellos? Supongo que es secreto de sumario, pero este pequeño acto creo que es bastante definitorio de estas cuatro partidas. En todas ellas, quien había obtenido una más o menos ligera ventaja había sido Anand. Pero en todas ellas, en el momento crítico, Anand ha huido de complicaciones (véase en particular la posición de la tercera partida que reproducíamos aquí). El argumento que manejaban la mayor parte de los comentaristas ha sido que si Carlsen no llegaba con ventaja a la mitad del match era una derrota psicológica para él y esto lo utilizaba Anand para ir sorteando el número de partidas. Pero en esta ocasión, Carlsen ha demostrado que él no amaga, sino que muerde y en una situación parecida a la de Anand en la tercera, se ha comido el peón. ¿Que ha calculado que el alfil no quedaba encerrado? Claro, si no, no se lo hubiera comido. Pero, mucho me temo que si en ese momento se hubieran cambiado los colores, estoy casi convencido de que Anand no se habría comido ese peon y, en la rueda de prensa, habría dicho que había compensación (como en la tercera).
Anand acaba de jugar 35.Cf2-e4, ¡olé!
Así que creo que, en este sentido, Carlsen ha demostrado, por primera vez en la serie, un cierta superioridad psicológica. El resto de la partida ha sido muy interesante, y creo que Anand ha jugado brillantemente 35. Ce4 entregando un segundo peón y activando su rey. Por otras parte, momento espectacular en las redes sociales cuando muchos propusieron responder a la fuerte jugada de Carlsen 43...Tdd3, con 44. T1c4, una inverosímil, aunque precisa jugada, que sólo se le ocurre a un jugador si alberga Houdini o Stockfish en sus neuronas, porque ya me gustaría saber cuantos de los que la propusieron la hubieran jugado sobre el tablero. Al final tablas tras 6 horas y la sensación de que al fin estábamos paladeando ajedrez del mejor nivel.
Anand acaba de jugar 44.Tc8-a8, ¿alguien se hubiera animado a 44.T1c4?

1 comentario:

andrés dijo...

Me alegro de que esto se vaya animando. A pesar de todo yo espero que Anand retenga el título.
Una excelente crónica.