Mañana, sábado 10 de octubre, comienza el Campeonato Navarro Absoluto por Equipos, en sus diferentes categorías. El Torneo que mayores pasiones concita en el Ajedrez Foral.
El martes tuvo lugar la, técnicamente denominada, Reunión de Capitanes: el sorteo, para el común de los mortales.
El evento, con una afluencia bastante superior a la de los últimos años, dejó algunas perlas que me encantaría glosar, pero, al menos de momento, prefiero centrarme en lo deportivo.
La recién estrenada División de Honor (no se engañen los lectores, no deja de ser Preferente, pero molará más esta denominación si conseguimos salir en la letra impresa: todo sea por vender el producto) contará con los 8 equipos de los que habla la normativa, lo que, parece mentira, no deja de ser una novedad. Lo que no cambia es que tampoco habrá descensos este año, aunque todos jugaremos a tope por nuestro honrilla (cuando menos). Si no me equivoco (ya saben nuestros lectores mis nulas cualidades de druida), el título será cosa de los dos equipos que finalizaron en los primeros lugares la temporada pasada (y la anterior y...): Orvina y San Juan.
Los primeros aspiran a revalidar el título, con un equipo
similar al del año pasado, aunque con un orden de fuerzas ligeramente alterado y es que algunos niños han dejado de serlo. Pero los segundos se han vuelto a reforzar (¿cuándo no?), así que la cosa estará interesante. Una vez más, la relación entre los órdenes de fuerza
teóricos y las alineaciones reales, tendrá mucho que decir en la resolución del título.
Nosotros, un año más, aspiramos al
primer puesto en la clasificación resto-del-mundo. La base de nuestro
equipo es la del año pasado, con la reincorporación de dos viejos amigos (Mikel y Angel) que nos dan algo más de profundidad al equipo. Hará falta porque, desde luego, la tercera plaza, está lejos de estar garantizada. Santa Ana y Paz de Ziganda nos lo van a complicar mucho. No hay que olvidar que, el año pasado, la visita a Tudela nos costó lo que podía haber resultado una más que excelente actuación. De momento, el sábado abrimos ante Mikel Gurea, una delicada piedra de toque.
En Primera, sin posibilidad
reglamentaria de ascender, y creo que tampoco de descender, nuestros dos equipos, el B y el C, intentarán dar lo mejor de sí mismos, en una categoría que, con 7 equipos, me parece el verdadero problema a resolver en nuestro sistema de juego, por encima del de Preferente (perdón, División de Honor). Aunque se jueguen poco, estoy seguro de que se aplicarán a fondo.
En Segunda, ni más ni menos que trece equipos, con varios clubes nuevos o resucitados. Excelente noticia, que rompe la tendencia a la baja de clubes en nuestras competiciones. Eso sí, todos de la Cuenca (¿dónde están los chicos de Peralta, entre otros?) y un número de equipos que aboca a un suizo, con lo que conlleva de falta de predictibilidad en los emparejamientos en una categoría con gran presencia de chavalillos. Nada es perfecto, pero a ver si los emparejamientos se pueden adelantar a los martes, como mantuvo el Director del Torneo. Nosotros presentamos tres equipos en los que los txikis (y algún infiltrado) intentarán trasladar a las partidas a ritmo clásico, su habitual buen hacer. Este año, los equipos son algo más largos, para evitar alguna sorpresa desgradable. Siempre es difícil mantener el equilibrio entre intentar que jueguen todos el mayor número de partidas posibles y asegurar que los equipos pueden responder ante los retos planteados.
Los órdenes de fuerza de nuestros equipos se encuentran en la cinta superior (Equipos) o en este enlace. Toda la información de las tres competiciones, con los órdenes de fuerza, señalamientos, resultados, etc., en nuestra ya famosa columna de la derecha, bajo el epígrafe Campeonato de Navarra por Equipos.
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