El sábado volvíamos, tras muchísimos años, a la máxima categoría de la Liga Vasca. Y, además, abríamos la competición frente a, ni más ni menos, que Gros, que es el equipo que encabeza el palmarés de la competición. ¡Qué vértigo!
Allí se desplazaron de manera animosa, Dani, Aurelio, Aimer y Martín. Una combinación de veteranía (y sí, Dani, a pesar de ser un chaval, es un todo un veterano), con una insultante juventud. Es lo que tenemos en la Sección.
Enfrente, Santi González, Alex Franco, Iñigo Argandoña y Dani Hernández. En fin, poco que comentar sobre los tres primeros: Tres MIs. Los donostiarras especularon un poco en el 4º tablero, ya que, si bien Argandoña "subió" del Gros B de Primera, Etchegaray (el cuarto MI local) se quedó en el segundo equipo, comandando un "brat pack".
El resultado fue una amplia victoria para los favoritos, a pesar de que alguno de los nuestros presentó más que dura batalla; pero la lógica estaba muy de su parte. Era lo previsto y la vida sigue.
Amplísimas victorias también de Sestao (Iruzubieta, Trigo, Mario Gómez, Alejandro Ruiz) frente a Leioa-Altzaga/Itsas Zaldunak (dentro de lo previsto) y de Batalla frente a los recientemente ascendidos, con nosotros, Endroke. Lo cierto es que en Primera, la igualdad es brutal, pero en División de Honor, algunos de los favoritos marcan diferencias muy claras y a los recién ascendidos, como otros, nos toca sufrir.
Los otros dos encuentros, que incluían equipos forales, tuvieron también resultados amplios, pero no tanto.
Santa Ana recibía a Calasanz. Los vitorianos tuvieron un tránsito bastante cómodo el año pasado, lejos de las vicisitudes del descenso, y demostraron que, este año, también mirarán más hacia los puestos de arriba que al descenso, aunque también hay que decir que los de Santa Ana tampoco pudieron exhibir sus mejores galas.
Cierro la crónica de esta Rd1, con el duelo que, probablemente, más miradas forales concitaba: Orvina fue subcampeón de la Liga Vasca el año pasado y San Juan, tercero. Así que no solamente dos acreditados contendientes por el podium de esta Liga Vasca, sino con el interés añadido del reciente cambio de tercio en el Navarro por Equipos, así que sí: un cierto morbo.
Ambas escuadras, si bien no presentaron el cuarteto titular, sí presentaron dos alineaciones perfectamente reconocibles. La victoria correspondió a los visitantes (Orvina) con dos victorias con las blancas (Pablo Urriza y Nacho Soriano) y dos tablas con las negras. Muy profesional, que diría Pazos en Airbag. A todo esto, el encuentro fue arbitrado por Diego.
Sin que nada pueda estar decidido aún, está claro que, en División de Honor, hay un importante gradiente, y tiene pinta que, salvo San Juan, a todos los equipos de la mitad de la tabla para abajo, les tocará sufrir.
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