Ya sabíamos desde el principio que la Rd3 de la Liga Vasca nos iba a resultar compleja por varias bajas anunciadas desde el principio...a las que hubo que sumar alguna complicación añadida. Y, como visitante, Sestao, que aunque ya presumíamos que no nos iba a traer a Gawain y a Romain, como en la ronda pasada (no somo Gros) pues, ya se sabe, tienen un fondo de armario impresionante. No en vano, casi con seguridad, alzaran su n-ésima txapela.
Enfrente, nosotros y nuestras circunstancias. Con Aurelio y Pedro disfrutando de The Rock, pocas alternativas...aunque muy animosas. De manera que a los Del Río, Iruzubieta, Trigo y Marchena, se enfrentaron Dani y tres distinguidos miembros del brat pack: Martín, Cristian y Leyre: desiguales lances, pero, en los que no había nada que perder.
De manera que sí, fue derrota, pero no solo por menos diferencia de lo que parecía que iba a ser, sino que las partidas por dentro, tuvieron mucho jugo. No solo por la victoria de Leyre (que se me acaban los elogios) ante Javier Marchena, del que no hay que hacer ninguna presentación. Javier tuvo, objetivamente, ventaja, pero la partida derivó en una situación con damas y alfiles de distinto color. Ya se sabe que, en esas situaciones, el cálculo numérico del material en el tablero no siempre es sinónimo de victoria y Leyre, esta vez, estuvo más afortunada. Ya solo este punto vale su peso en oro; pero es que Cristian defendió un final ante Sergio Trigo (otra diferencia estratosférica), en la que, por momentos, las tablas parecieron el resultado más probable. De la misma manera, la partida entre Dani y Gabriel del Río tuvo muchas sutilezas tácticas. No sé si la evaluación resistirá el análisis de los motores, pero, in situ, pareció un auténtico follón. Claro que entrar en esas complejidades con la mitad de tiempo en el reloj que uno de los mejores jugadores de España, ya se sabe que pocas veces salen bien. Por su parte, Martín poco pudo hacer ante la sabiduría ajedrecística de Iru. Mucha experiencia. En resumen, no solo 1 punto por encima de lo esperado, sino la constatación de que la chavalería viene empujando fuerte.
En el resto de la jornada, Orvina, que no desplazó a su mejor cuatro (aunque alineó un más que razonable equipo) perdió ante un Gros, que tuvo a Velten de primer tablero. Creo que los donostierras van a pelear con más ahínco que la temporada pasada.
San Juan encontró el camino de la victoria ante un Calasanz que, hasta el momento se había mostrado muy sólido y despeja las posibles dudas que pudiera haber...si alguien las tenía (no yo).
Batalla sumó una nueva victoria, aunque un poco justa a tenor de lo mostrado hasta ahora por ambos equipos, en Santurce, ante Itxas Zaldunak. Lo que, en cualquier caso, le sirve para hacerse, de momento, con el segundo puesto.
Y, en un duelo, en el que se presumían ciertas urgencias, Santa Ana y Endroke empataron. Lo que no sirve para aclarar mucho.
Tras el primer tercio del Torneo, ocupamos la última posición y no descubro nada si digo que vamos a sufrir, ¡y mucho!
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