martes, 13 de noviembre de 2018

Gran victoria en la Rd5 de División de Honor

Tras la derrota de la ronda anterior ante Santa Ana, había, digamos, una cierta susceptibilidad. Nada serio, pero, vaya, ya se sabe, las heridas tienen que cicatrizar. Además, sufríamos alguna baja más...y, aunque, menos mal que Miguel y Katarzyna volvían al equipo, aún quedaba una vacante a cubrir. Muchas consultas (esto de los 7 equipos tiene su enjundia)...para terminar con Cesar de octavo.
Los rivales son viejos conocidos, pero la llegada a Auzoenea tiene muchas incógnitas porque no creo que haya ningún equipo tan impredecible en su alineación como Runa. En la escritura de los órdenes de fuerza en el acta, bastantes ausencias, pero ninguna confianza, porque varios de los que se alinean, llevan un más que exitoso Torneo, apuntándose unas importantes subidas de rating.
Relojes en marcha y, en general, partidas bastante igualadas durante las aperturas. Tanto fue así que Pedro y Gregorio Sola firmaron un armisticio, aunque ya mediada tarde. Parece que el runero tenía bien preparado el plan para amarrar a nuestro veterano. A partir de aquí, todo victorias (¡Oops!, perdón por el spoiler): abrió la lata Cesar, quien tras un inicio igualado maniató a su adversario, sin alternativa posible.
El resto de las partidas tuvieron de todo, desde cocidos a fuego lento, solidez prusiana, irrupciones exprés, peones envenenados, y luchas contra el crono de esas en las que puede pasar de todo. Hay que reconocer que tuvimos un pelín de fortuna, absolutamente necesaria para obtener 7,5 puntos, por mucho que, a priori, puedas parecer superior. Y la mejor manera de superar nuestras derrota de la ronda anterior y preparar el asalto de las rondas definitivas.
Claro que el nuestro no fue el resultado más abultado. Los de San Juan lo llevaron al límite con un  resultado perfecto ante Mikel Deuna. Los piscineros, aunque no contaron con Bayo en la alineación, tuvieron entre sus filas a Iker Irañeta. Que nadie piense que no van en serio.
Hubo otra "goleada" en la jornada y esta menos previsible. Santa Ana se impuso por 7 - 1 a Paz de Ziganda. La calidad de los riberos está claramente contrastada (que nos lo pregunten a nosotros), pero habían tenido un comienzo de Torneo un tanto vacilante, mientras que los de Atarrabia se habían impuesto a Ansoain en la ronda anterior. Cada ronda es un mundo.
El encuentro clave de la ronda era el que disputaban Ansoain y Orvina. Las partidas, en general, fueron disputadísimas, algunas muy ajustadas y otras con cambios de orientación muy inesperados, pero ahí se alargaron un par de partidas por encima de las 4 horas, con resultado incierto hasta el último momento, para terminar en un empate a 4.
El resultado deja todas las espadas en alto para la clasificación final. Si bien San Juan es líder con tres puntos de ventaja ante Orvina, pero a los piscineros les aguardan Ansoain y Orvina (estos, en la última ronda). Los Orvinos se juegan todo en la última ronda con San Juan, pero antes, esta semana tienen a Paz de Ziganda, un adversario, a priori, menos correoso que Ansoain...pero no hay que olvidar que les vencieron a estos en su enfrentamiento directo de la semana pasada...e históricamente, no lo han hecho mal contra Orvina.
Por último, Ansoain puede, matemáticamente, entrar aún en las quinielas, pero esta semana tienen a San Juan y a nosotros, en la última.
¡Vaya lío! No creo que nadie se pueda quejar de falta de emoción ni de competitividad.
Los resultados por equipos de la Rd5 están en este enlace y el desglose por mesas, en este otro. La clasificación provisional, que ya adelantábamos el domingo, en este otro.

No hay comentarios: