martes, 30 de octubre de 2018

Victoria en División de Honor

Este año, el sorteo de División de Honor nos deparó un comienzo de competición muy exigente: Orvina y San Juan. Esto, más que el Tourmalet parecía el Tourmalet y el Aubisque juntos (o  la Croix-de-Fer y Alpe d'Huez, en su versión alpina). Así que la Rd3 se recibía con cierto relajo. Que nadie se ofenda, ya sabemos que Paz de Ziganda no es ninguna perita en dulce, pero las comparaciones son odiosas.
Nosotros afrontábamos la ronda con alguna baja más de lo habitual, lo que hizo que nuestro infante Juan subiera hasta el tercer tablero. Nada que lo arredre, claro. Intentando ir por el orden en el que terminaron las partidas (más o menos), victoria por al vía rápida de Mariano: su adversario no había frecuentado los tableros últimamente y con el nivel de la competición resulta difícil estar a al altura.
La siguiente fue la de Mikel. En una partida con un táctico como Iñigo Elía, consiguió, creo que, tres peones de ventaja, pero un lío impresionante...ante la duda unas tablas, en las que es difícil saber quién salió ganando.
Juan, a pesar de jugar en el tablero 3, no se encogió ante un adversario tan serio como Adrián Leránoz. Yo diría que Juan estaba mejor...pero hay que vivir las partidas por dentro para comprender su desarrollo. Lo peor fue que de manera casi inmediata, también se resolvió el cuatro tablero. Pedro parecía tener, sí, en este caso, una ventaja evidente...pero esto es ajedrez y el resultado fue el contrario. De manera que, tras más que un buen rato, el duelo estaba como al principio. Lo mejor es que de las 4 partidas que faltaban parecían darnos buenas perspectivas. No me pude fijar cómo, pero Aurelio emergió con una pieza de más ante Gorka. Demasiada ventaja.
Mientras tanto, en el quinto y en el sexto, Katarzyna y Txus parecían tener ventaja...que no se pudo concretar ante la resistencia numantina de Javier Larrea y Oihana. A destacar que esta estuvo muy precisa en una defensa con serios apuros de tiempo, lo que tiene su mérito, en particular dadas sus condiciones. ¡Muchos ánimos! De manera que mucho se fiaba a la resolución de la partida entre Dani y Eduardo Burguete. Un clásico moderno. En mi opinión, Dani salió mejor de la apertura, con desventaja material, pero muchas expectativas, pero Eduardo es un jugador muy serio. Tras tres horas y media, muchos hubieran firmado unas tablas, por la presencia de alfiles de distinto color; pero, como ya viene siendo habitual, Dani hizo algunos trucos de magia, imponiéndose con brillantez. Victoria, pues, por 5 - 3, algo escasa, tanto a tenor de la esperanza matemática (que no he calculado, pero tiene pinta) del enfrentamiento, como del desarrollo de las partidas, pero victoria al fin y al cabo, la primera del Campeonato, esperemos que precediendo a otras cuantas.
Los otros tres encuentros se perfilaban como muy desiguales, entre los tres primeros de la clasificación y los tres últimos. Esto llevó a a resultados muy contundentes que estiran mucho la clasificación, lo que, a pesar de responder a una cierta lógica,  no deja de ser engañoso: Ansoain es líder, pero ha dejado todos los encuentros jugosos para las tres últimas rondas. Orvina y San Juan solo se han enfretnado entre ellos. Por el contrario, Santa Ana aparece, sorprendentemente, en última posición, pero es que si nosotros hemos tenido un comienzo duro, el suyo ha sido sobrecogedor: Ansoain , Orvina y San Juan es como la Madeleine, Croix-de-Fer y Alpe d'Huez. La cuarta ronda seguirá jugando al escondite, con respecto a la resolución final del Campeoanto.
Entretanto, los resultados por equipos de la Rd3 están en este enlace y el desglose por mesas, en este otro. La clasificación provisional en este otro.
Post Scriptum: En San Juan lo han visto así.

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