Esta vez la partida rápida no correspondió a Argaya (se ve que Urriza opuso más resistencia 😂), sino que fue Cinza. De hecho, durante buena parte de la tarde, fue el único resultado del que informaba info64.
Nuestros siete representantes tenían partidas muy variadas entre sí, en cuanto a posibles expectativas a priori. Bueno, tal vez debería de ser más preciso y hablar de esperanzas matemáticas, porque las expectativas de estos chicos no sé si conocen límites. En tres partidas partían como favoritos y en cuatro partían, en principio, en inferioridad, bien es verdad que no en todas el desequilibrio tenía la misma intensidad (en uno o en otro sentido). Quizás por ello, que obtuvieran 6 puntos de las 7 partidas me parece todo un éxito.
Partíamos con superioridad, en principio, en las partidas Javier, Juan y Martín. En la primera, Javier logró romper el enroque de las blancas y, a partir de ahí, tomó ventaja, lo que unido a los apuros de tiempo del rival, le llevaron a una victoria relativamente cómoda. La partida de Juan no fue tan sencilla como la diferencia de Elo podría sugerir y es que Mikel Santos ha tenido recientemente grandes resultados. La partida fue muy complicada: Juan logró cierta ventaja en la apertura, y remató finalmente con un bello sacrificio de calidad. Mientras tanto, Martín ganó un peón en la apertura; luego, cambió torre por dos piezas y, finalmente, desencadenó un potente ataque.
A Angel, tras jugar con Argaya en la Rd1, le tocó Zazo en la Rd2. Se le acumulan los pistoleros. Angel se jugó un gambito escocés que permitió a Zazo impedir el enroque del nuestro, pero a costa de perder bastantes tiempos de desarrollo, lo que le permitió apretar a Angel y llevarse la partida.
La única partida que se nos escapó, colectivamente, fue la de Leyre. Enfrente Rafi, podría decirse que el resultado entra dentro de la normalidad ajedrecística. Pero, en la partida, Leyre fue netamente superior y obtuvo una gran ventaja...pero se dejó un golpe táctico, de esos que no se le escapan a su adversario (made in Rafi). Hubiera sido un 7/7 histórico.
He dejado para el final dos partidas que, en las apuestas, se hubieran pagado más que bien. Aimer se impuso, con negras, a Ainhoa Ortín, en una partida en que, tras el Cf3 inicial se transformó en un Dragón, versión tranquila, que se terminó decantando a favor de las negras tras 84 jugadas y más de 4 horas de juego.
En el otro sorpresón de la jornada, Cristian, también con negras, también se impuso a Iñigo Ortín. La partida fue una Catalana, a la que Cristian opuso un triángulo, con el que consiguió romper con e5, y apretar bastante, hasta conseguir peón de ventaja. Tras varios intercambios se llegó a un final de 2 alfiles y dos peones en el centrales pasados y ligados, contra una torre y un alfil blanco, que Cristian manejó con maestría, a pesar de su juventud.
En partidas donde no había manguiverdes implicados, victorias pronosticables de Pablo Urriza, Antonio Lisarri, Aitor Huarte, Daniel Roldán, Barri, Pabollet, Garralda, Gregorio Sola y Axel Roviralta y la menos previsible de Malón, quien ha empezado como un tiro.
En tan solo dos rondas, el grupo de cabeza ha perdido a muchos de sus teóricos integrantes, pero las distancias son aún, lógicamente, cortas para que nada esté decidido.
Los resultados de esta ronda están en este enlace.
Excelentes fotos de lo que va de campeonato, realizadas por Alberto Ortín, en este enlace.
La Rd3 recupera la localización habitual de Fuerte del Príncipe, para el resto de la competición.
Post Scriptum: Y la atinada visión de Mikel Ochoa en el Blog de Orvina, en este enlace.
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