Tras la Rd1 en la cual encajábamos una ligera derrota ante Zuri-Baltza, la Rd2 nos deparaba Danubio en casa. En principio, una ronda asequible. Entiéndase bien, no digo que fácil, sino de esas en las que hay que puntuar, porque hay que alcanzar el sexto puesto para sobrevivir. Sobre el papel, ellos tienen dos primeros tableros fuertes y, aparentemente, hay cierta distancia con el resto del orden de fuerzas. Ya se sabe, el Elo es aquello que pasa a ser más que relativo cuando los trebejos inician sus movimientos. Para darle un punto más de dramatismo a la cosa, los de Miranda le habían atizado a Orvina B un 3,5 - 0,5 que no deja indiferente a nadie. Cierto es que los orvinos pudieron haber presentado otra alineación, pero de un equipo aguerrido como pocos y con tanta historia en la Primera División de la Liga Vasca...así que más vale estar prevenido.
Durante la semana, armábamos el equipo: Dani, Txemi, Pedro Unanua y Miguel Muñoz. Así que encaramos el encuentro del sábado con garantías.
Sábado, 16h, en la Sección. Hacía tiempo que no albergábamos un encuentro de Liga Vasca. En ausencia de otros encuentros y con solo cuatro tableros en juego, la Sección parece un tanto vacía frente a lo que estamos acostumbrados cualquier día de competición. Afortunadamente, durante la tarde recibimos algunas visitas que dieron un poco de calor.
Los mirandeses se presentan con lo esperado en los primeros tableros (Fabián Peña, Miguel Angel González y Cesar Omella), los mismo que ya se alienaron en la Rd1 frente a Orvina B, y solo varían el cuarto tablero donde juega Gorka Artiguez. Aunque no es lo previsto, no altera en mucho la previsión inicial.
Relojes en marcha y los primeros escarceos sugieren algunas impresiones. En el primer tablero, contra la francesa de Fabián, Dani juega un linea que yo solía jugar hace unos años (concretamente, el siglo pasado, que ya es decir; pero, es que antes, ya la jugó Steinitz). Entonces se consideraba una línea marginal, en la que el blanco renuncia a su estructura de peones central, para obtener un mejor juego de piezas. El caso es que parece que el negro puede quedar retrasado en desarrollo, estar restringido de espacio, perder tiempos con h6, a6, etc...y, a pesar de ello, los módulos dan una microscópica ventaja para el negro...¿dónde quedaron aquellos conceptos que, con mimo, aprendimos? No sé qué pensará Alphazero de todo esto....la apertura se salda con una frágil igualdad.
En el segundo tablero...¿un Londres? Pues sí. ¡Ay, si Lasker levantara la cabeza! ¿Dónde quedó aquello de primero caballos, luego alfiles? Miguel Angel y Txemi, no obstante realizan jugadas muy cabales y todo parece desarrollarse de manera igualada.
En el tercer tablero...¿otro Londres? No puede ser. Mi sistema nervioso a punto de estallar. Pero, no. Aquí el negro se come un peón en "b2"...y, ¿cómo era esto? ¿Esta es la variante en la que el negro pierde la dama o en la que se fuerzan tablas por repetición? Como no juego esto, no lo tengo claro, pero los contendientes también parecen dudar. Así que Pedro, quien no quiere tablas rápidas, tira el lazo, el otro no afina, pero Pedro tampoco y, en un momento, ya hay lío montado. Nada que ver con el segundo tablero, donde todo es tan cartesiano.
Y, en el cuarto, ¡un Morra! Vaya, qué sorpresa. No sé si está en el repertorio habitual del cuarto tablero mirandés, pero dado el desequilibrio teórico de ambos contendientes, no parece una mala elección. Por lo menos habrá lío. Miguel juega muy sólido y, tras aceptar el gambito, va sacando sus piezas y no parece haber mayor problema.
Lo que parecía una historia sencilla, no lo fue. Nunca lo es. La valoración de las posiciones podría ser discutible: Dani parecía ir remontando la posición para obtener una (¿ligerírisima?) ventaja. Txemi jugaba bien y maniobraba correctamente, pero parecía difícil sacar algo positivo de una posición bastante seca. Pedro, tras resolver sus problemas iniciales, parecía conseguir una cierta igualdad. Miguel estaba bien...pero ya se sabe, difícil intentar una victoria. Sin embargo, había un detalle que que ya empezaba a señalar que la tarde no iba a ser muy fructífera: se cumplían las dos horas y media de juego e íbamos peor en todos los relojes. En algún, caso, como Txemi, la diferencia era menor, pero en otros caso, la cuestión empezaba a tornarse en más que complicada.
A Txemi le ofrecen tablas en una posición que, objetivametne, ha de considerarse más que igualada y, tras pensarlo un poco, acepta. Desafortunadamente, cuando Pedro parecía estar en condiciones de igualar, se deja un doble brutal y tiene que abandonar. Cierta decepción, pero lo peor está por llegar.
En el primer tablero, a Dani le empiezan a echar los peones sobre su enroque. No me queda claro si estaba peor, creo que no; pero el principal problema está en el reloj: Dani tiene apenas 3 minutos y se tiene que defender, con una cierta precisión, lo que suele terminar tendiendo a lo que fue. Una lástima.
En el cuatro tablero, tras una fase de la partida en la que el blanco parecía tener compensación por el peon e inicia unas ciertas operaciones sobre el flanco de rey (un Morra, al fin y al cabo), Miguel maniobra en el flanco de dama, con aplomo y, cuando parece que está en condicones de luchar decididamente por la victoria, una jugada rápida por la presión de tiempo...Aún tiene los redaños de defender un final con calidad de menos en el que su rival pareció tener bastante más Elo de lo que muestra su rating.
En resumen, derrota contundente por 0,5-3,5 que nos deja en una situación más que delicada...y la semana que viene, ¡Orvina!😱
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