Hoy os voy a hablar de Leonhard Euler que con su Cuadrado Mágico me ha tenido un par de meses enganchado y aunque realmente para jugar al ajedrez me ha servido de bien poco tanto ejercicio para solucionar el enigma, al final lo he conseguido, eso sí en algún momento de desesperación he usado una chuleta que me transportó a aquellos años de escuela en la que recordé de pronto que a este hombre le conocía ya de antes.
Y es que Leonhard Euler es uno de los mejores matemáticos de la historia con cientos de trabajos publicados a cual más interesante cada uno de ellos con muchos libros hablando de matemáticas y lógica, pero me vino el recuerdo del dichoso número "e" a la mente que tantos quebraderos de cabeza me dio.
Cuando comienzo a pensar de que os voy a hablar en el artículo histórico del ajedrez para el blog comienzo tirando de un hilo hasta que aparece la madeja y cómo soy excesivamente autodidacta me lío con el ovillo y acabo hecho un lío como cuando tenía que justificar en casa porqué había hecho novillos en el colegio...
Leí que había un problema con el caballo del ajedrez que aún hoy en día muchos intentan resolver y es que el tablero del chess ha dado desde hace más de un milenio cientos de enigmas y este es uno de los más bonitos.
¿Quién puede hacer pasar al caballo por todas las casillas del tablero sin repetir en ninguna de ellas?
La solución no es en sí complicada ya que con tiempo y paciencia es posible que hasta alguno de nuestros jóvenes oberenistas lo consiga estas navidades si se animan a jugar con el caballo y el cuadrado mágico del ajedrez.
El problema son las matemáticas y ya hace más de mil años que se busca algo más en esta pregunta tan sencilla, encontrar el número posible de soluciones.
Así que unos por placer y otros por devoción pasaron cientos de años con el problema del Caballo en sus mentes, hasta que en el siglo IX, dos árabes jugadores de ajedrez dieron una respuesta a la pregunta difícil, dos formas hay de solucionarlo, así lo afirmaron y demostraron, habiendo constancia de su descubrimiento en un manuscrito de la época.
Pero las matemáticas son tan complicadas a veces que a una respuesta convincente le encuentran siempre una variante lógica y esta vez comprobando los recorridos ofrecidos por estos dos jugadores de ajedrez había una variante que no se había tenido en consideración en la pregunta y es la casilla de salida y la de llegada, dando así dos tipos de recorridos diferentes en la forma, los abiertos y los cerrados.
Euler fue el culpable de dar más misterio al Caballo del Ajedrez pues elegir la casilla de salida al azar con el caballo hacía imposible encontrar una solución adecuada a cualquiera de las preguntas que presentaba el enigma, por lo que su trabajo sobre los caminos abiertos y cerrados para resolver el paseo galopante del maravilloso caballo del chess fue premiado con 4.000 francos de la época que no pudo cobrar ya que en aquellos momentos era el Director de Matemáticas en Berlín, por lo que su Cuadrado Mágico es una auténtica leyenda.
Otros matemáticos poco a poco en el tiempo fueron descubriendo caminos distintos para el viaje fascinante de un caballo por los casilleros con saltos controlados pero hasta que aparecieron los ordenadores nadie podía imaginar que existen millones y millones de formas para que el Caballo pase por los escaques del tablero haciendo recorridos abiertos y cerrados a su libre albedrío.
En el año 1995 dos informáticos amantes del ajedrez y buenos matemáticos pusieron una veintena de ordenadores a calcular variantes para que el caballo del ajedrez haga un paseo ameno por el tablero sin repetir sus descansos en ninguna casilla y saltó la cifra de 33.439.123.484.294, tela marinera queridos lectores y yo que estaba orgulloso de haber conseguido una de las variantes en dos meses de dormir hasta con el caballo negro debajo de la almohada por si me susurraba la solución a su recorrido y resulta que esa cifra no sé ni pronunciarla.
Los matemáticos siguen ahí con el enigma, dando aún más variantes al problema y cada vez que encuentra una solución aumentan las incógnitas que esconde un tablero de ajedrez por lo que deduzco que dará mucho de sí este caballo en el tablero durante mil años más por lo menos.
Y hoy cerramos con un poco de humor como siempre:
Cuando comienzo a pensar de que os voy a hablar en el artículo histórico del ajedrez para el blog comienzo tirando de un hilo hasta que aparece la madeja y cómo soy excesivamente autodidacta me lío con el ovillo y acabo hecho un lío como cuando tenía que justificar en casa porqué había hecho novillos en el colegio...
Leí que había un problema con el caballo del ajedrez que aún hoy en día muchos intentan resolver y es que el tablero del chess ha dado desde hace más de un milenio cientos de enigmas y este es uno de los más bonitos.
¿Quién puede hacer pasar al caballo por todas las casillas del tablero sin repetir en ninguna de ellas?
La solución no es en sí complicada ya que con tiempo y paciencia es posible que hasta alguno de nuestros jóvenes oberenistas lo consiga estas navidades si se animan a jugar con el caballo y el cuadrado mágico del ajedrez.
El problema son las matemáticas y ya hace más de mil años que se busca algo más en esta pregunta tan sencilla, encontrar el número posible de soluciones.
Así que unos por placer y otros por devoción pasaron cientos de años con el problema del Caballo en sus mentes, hasta que en el siglo IX, dos árabes jugadores de ajedrez dieron una respuesta a la pregunta difícil, dos formas hay de solucionarlo, así lo afirmaron y demostraron, habiendo constancia de su descubrimiento en un manuscrito de la época.
Pero las matemáticas son tan complicadas a veces que a una respuesta convincente le encuentran siempre una variante lógica y esta vez comprobando los recorridos ofrecidos por estos dos jugadores de ajedrez había una variante que no se había tenido en consideración en la pregunta y es la casilla de salida y la de llegada, dando así dos tipos de recorridos diferentes en la forma, los abiertos y los cerrados.
Euler fue el culpable de dar más misterio al Caballo del Ajedrez pues elegir la casilla de salida al azar con el caballo hacía imposible encontrar una solución adecuada a cualquiera de las preguntas que presentaba el enigma, por lo que su trabajo sobre los caminos abiertos y cerrados para resolver el paseo galopante del maravilloso caballo del chess fue premiado con 4.000 francos de la época que no pudo cobrar ya que en aquellos momentos era el Director de Matemáticas en Berlín, por lo que su Cuadrado Mágico es una auténtica leyenda.
Otros matemáticos poco a poco en el tiempo fueron descubriendo caminos distintos para el viaje fascinante de un caballo por los casilleros con saltos controlados pero hasta que aparecieron los ordenadores nadie podía imaginar que existen millones y millones de formas para que el Caballo pase por los escaques del tablero haciendo recorridos abiertos y cerrados a su libre albedrío.
En el año 1995 dos informáticos amantes del ajedrez y buenos matemáticos pusieron una veintena de ordenadores a calcular variantes para que el caballo del ajedrez haga un paseo ameno por el tablero sin repetir sus descansos en ninguna casilla y saltó la cifra de 33.439.123.484.294, tela marinera queridos lectores y yo que estaba orgulloso de haber conseguido una de las variantes en dos meses de dormir hasta con el caballo negro debajo de la almohada por si me susurraba la solución a su recorrido y resulta que esa cifra no sé ni pronunciarla.
Los matemáticos siguen ahí con el enigma, dando aún más variantes al problema y cada vez que encuentra una solución aumentan las incógnitas que esconde un tablero de ajedrez por lo que deduzco que dará mucho de sí este caballo en el tablero durante mil años más por lo menos.
Y hoy cerramos con un poco de humor como siempre:
Dos buenos amigos ajedrecistas se planteaban seriamente por sus creencias si en el cielo existirán torneos de ajedrez para pasar el rato y se hicieron la promesa de que el primero que muriera bajaría del cielo en forma de ángel para decirle al otro si allí en el descanso eterno seguirían jugando al chess que era su pasión.
Uno de ellos muere y al poco tiempo se le aparece al otro en forma de ángel y le dice con cierta seriedad: Tengo dos noticias que darte, una buena y otra mala, la buena es que sí, existen torneos de ajedrez en el cielo, tal como aventurábamos cuando éramos jóvenes. Pero querido amigo la mala noticia es que mañana tu estás inscrito y el ches-results dice que juegas con blancas.
6 comentarios:
Pues sí, tela marinera. A mi me daría para estas Navidades y alguna más... Por cierto, el chiste no creo que le hiciera mucha gracia al que abria la partida xD
Feliz 2015 a todos los oberenistas y amantes del ajedrez¡¡
Un saludo a todos
Feliz 2015 amigo Felix
Que la historia nos siga acompañando un año más
Un abrazo desde Valladolid
Senovilla
Senovilla...
Valladolid, no es mal sitio. Hace unas semanas anduve por allí. Poneos ropa de abrigo que refresca ;)
Un abrazo
¡Gran post, como siempre!
En cuanto al comentario final, aunque jugara con blancas, ¡es de humor negro! Feliz (¡y fresca!) entrada en el nuevo año.
Mirar el vídeo ajedrez caballo mágico, y podréis observar una manera sencilla del recorrido del caballo
Bien sencillo, anónimo, el recorrido que yo hice creo que fue más complicado, seguro que por mi cabezonería.
Gracias por el aporte y el comentario.
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