Como comentábamos el sábado, el duelo más importante era el que enfrentaba a Ansoain con San Juan. Hacíamos esta afirmación, no porque barruntáramos algo especial, sino porque los de Ansoain dependían de ellos mismos para ser campeones. Ya comentábamos entonces que una incógnita importante era la alineación que pudiera sacar San Juan. No es que la misma fuera una revolución, pero Roi volvió a la misma y, creo que, por primera vez en la temporada, también estuvo Bayo; mientras que, por parte de Ansoain, además de la ausencia de los fichajes catalanes, alguna otra baja y, como suceder en estos casos: tormenta perfecta. Los recién ascendidos solo pudieron sumar medio punto en el primer tablero (Roi-Huerga) y uno en el último (Alvaro Garisoain, que acudió a auxiliar a su club desde el C). Estaba claro que San Juan no podía pasar desapercibido en este Torneo. Las opciones de Ansoain, tras un campeonato impoluto, hasta el momento, parecen seriamente comprometidas.
Nosotros, afrontábamos nuestro Tourmalet particular: Orvina.
Un rival que no se nos suele dar muy
bien. El hecho de llegar a la penúltima ronda empatados con ellos, nos daba ciertas expectativas. Estábamos equivocados. Nosotros pusimos toda la carne en el asador, pero Orvina vino "con todo". Bueno, podemos tener alguna discusión retórica sobre qué es todo, pero, vaya, un equipo impresionante. Ciento veinte puntos de desventaja de media por tablero. El tío Arpad dice que nuestra esperanza matemática era de 2,5 puntos y, para todos esos que dicen que esto no sirve para nada, fueron, exactamente, los que sacamos. Las partidas, claro, tuvieron su vida propia y la coincidencia matemática exacta, no deja de ser más que eso. No pude estar en todas las partidas, porque otros asuntos también requirieron mi atención. Pero, a falta del análisis más autorizado del maestro, la partida entre Dani y Unai Garbisu, me pareció muy interesante. Terminó del lado de Unai, como casi siempre. Pero el juego de Dani me pareció muy afinado y creo que lo vamos a ver acometiendo retos de interés en breve. Mikel firmó unas tablas bastante rápidas con Monje. No estuvo mal. Me pareció que Txemi estuvo bien contra Pablo Urriza, pero este chico juega mucho. Creo que el alfil francés terminó decidiendo la partida. Tuvimos un poco de fortuna en el octavo. Cinza parecía estar mejor, pero Txus es muy resiliente y parece tenerle tomada la medida al gallego.
Mención aparte para Aurelio. Está jugando a gran altura en este torneo y se impuso, yo diría que con brillantez, ni más ni menos que a Rada. Del resto de las partidas poco puedo decir. De manera que, luchamos como nunca y perdimos como siempre, aunque queda para los registros que todo fue según los cánones del tío Arpad. Decía el sábado, que ambos equipos teníamos un ojo puesto en el
subcampeonato: inmenso error. Cuando los orvinos huelen la sangre no hay marcha atrás. Su victoria ante nosotros y la derrota de Ansoain, les pone, un año más, a pesar de una trayectoria más irregular, en la senda del Campeonato.
Por supuesto, Santa Ana también apuró todas sus opciones y endosó un fuerte 6-2 a Runa, para seguir manteniendo opciones. A pesar de la derrota, Runa se aseguró la permanencia, lo que, en sí mismo, ya representa un triunfo.
Paz de Ziganda también se impuso con cierta holgura a Mikel Gurea, a pesar del refuerzo postrero de Pérez Reclusa, lo que condena a estos últimos al descenso y revierte a los de Atarrabia a un sexto puesto, que parece más acorde con su orden de fuerzas...aunque, en la última ronda, les toca Orvina.
Resultados en info64, en este enlace, y la clasificación oficial, en este otro.
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