sábado, 4 de abril de 2015

Una miniatura del Open de San Sebastián

Las miniaturas (partidas cortas) en ajedrez siempre gustan al aficionado, porque condensan en pocas jugadas algo del genio ajedrecístico. Desde una perspectiva técnica, estas partidas, con frecuencia, tienen menos interés porque uno de los bandos tiene que cometer algún error grave, ya que, de otra manera sería imposible acabar de manera tan fugaz. Hay mucha más técnica ajedrecística en esos interminables finales de Carlsen...pero las miniaturas no dejan de ser vistosas, claro.
La que hoy reproducimos, con sorpresa final, se produjo en la cuarta ronda del Open de San Sebastián, que hoy termina. No es que sea una miniatura, sino una microtura o, si me apuráis, una nanotura (disclaimer, parece que la etimología de miniatura tiene poco que ver con el prefijo "mini", pero esa es otra historia), ya que las negras se imponen de manera fulminante en tan sólo seis jugadas.
El remate me recuerda a algunas líneas del Gambito Budapest, pero, ante mi sorpresa, no es la primera vez que se ha jugado esta secuencia de jugadas, sino...la tercera. Así que va a terminar siendo algo popular.
Vamos con la partida y luego os cuento la anécdota:

Es claro que tomando en e5 el blanco demuestra tener bastantes redaños. Pero tras 5...De7, sólo queda 6.f4. Como decía, es necesario que el contrario contribuya para que la miniatura sea posible.
Ahora vamos con la sorpresa. El jugador de blancas es un fuerte aficionado (1800) y el jugador de negras, cuyo Elo es sospechosamente bajo, resulta que ha jugado sólo 4 partidas en el Open, pero con una performance de 1826...y su nombre es...Esteban Granero. Sí, el centrocampista de la Real Sociedad.
Con este espíritu killer, yo le pondría a lanzar los penaltis.
Nota: La información de la partida está extraída de la web del Torneo.

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