domingo, 26 de abril de 2015

Navarro Individual Rd3

Vista general de la Sala de juego
Tercera ronda de la Fase Final del Absoluto Individual. Lucha muy intensa en casi todos los tableros y la anécdota de que la primera partida en terminar fuera el primer tablero. Claro que estando en medio Miguel Argaya, tampoco es tan de extrañar. El de San Juan procuró revolucionar la partida desde los primeros momentos, pero enfrente estaba Pablo Urriza. Creo que el negro cometió alguna imprecisión en la apertura y quedó peor de material y de desarrollo. Demasiada ventaja para uno de los favoritos del Torneo. En la segunda mesa, Javier Sevilla demostró por que está ahí, aunque no se prodigue demasiado, y confirmó su buena actuación del año pasado: inapelable victoria sobre Vilchez.
Javier Sevilla parece más interesado del devenir de la partida de al lado que de la suya
En la tercera, es posible que Gregorio esperara una repetición de los acontecimeintos de la semana pasada. No fue así y el joven Iñigo Ortín demostró que es un serio candidato no sólo al entorchado juvenil, sino a todo. En la cuarta, pareció que el sólido muro de piedra del neopiscinero Bayo se iba a imponer a Barri, pero este aguantó con solidez y se consolida, al menos de momento, como el mejor veterano. Txus luchó lo indecible contra Luisda, pero está claro que el piscinero tiene una marcha de más; mientras que en el sexto, Alejandro Bernal demostró que los jóvenes son una seria amenaza para el título individual al imponerse al vigente campeón, Gorka Argandoña.
El vigente campeón y el campeón de Euskadi juvenil
La segunda fila de mesas, se iniciaba con la partida entre Roberto Arana e Iker Irañeta. Está claro que el juego de Arana nunca deja indiferente a nadie. En pocas jugadas ya había un lío considerable sobre el tablero y ambos contendientes consumieron enormes cantidades de tiempo en unas primeras jugadas, en las que un paso en falso, hubiera supuesto una rápida resolución. Pero, lo que es este juego, una partida aparentemente dispuesta para resolverse con celeridad, se prolongó durante cien jugadas y fue la última en terminar. A mi me pareció que eran tablas, pero tras cinco horas de juego, Iker consiguó zamparse la torre de Arana y poner fin a la partida. Cesar y Javier protagonizaron el duelo oberenista de la jornada. Cesar disfrutó de ventaja de espacio desde el comienzo de la partida y aunque Javier se defendió con consistencia, no pudo evitar las múltiples amenazas contra su encerrado rey. Al lado, una de las partidas de la jornada: Santi se enfrentaba a Mikel Ortega. El de Orvina se manejó con suficiencia en la apertura y pareció quedar con ventaja, pero Santi tiene un enorme genio combinativo y ante, tal vez, un exceso de confianza de su adversario, remató de manera brillante. Pedro resistió de manera sólida los embates de José Zaratiegui, quien realizó un alarde de acoso al rey contrario, que se reveló infructuoso: ¡vaya demostración de sangre fría!
Marina y Unai Vigor
En otros encuentros de oberenistas, Miguel arañó unas tablas ante Pabollet en una situación en la que creo que este último tuvo la victoria en sus manos. Marina perdió ante Unai Vigor, quien parece crecido ante los oberenistas (ya hizo tablas ante Cesar en la primera ronda): Marina tuvo las mejores opciones, pero el tiempo es una variable importante con estos ritmos de juego y uno no se puede permitir el lujo de dejar correr su tiempo de manera incontrolada. Un problema parecido al de Martín. Creo que tuvo las mejores opciones ante Aitor Martínez Bernardo, pero uno no puede calcular todas y cada una de las variantes, sin que el tiempo disponible se reduzca a polvo. Ganar una partida ganada en esas condiciones se convierte en una tortura, incluso para jugadores de primer nivel.
Alex y Segio Iturralde
Por el contrario, Alex pareció optimizar sus bien escasas oportunidades. Su posición pareció muy inferior durante la mayor parte de la partida, pero conservó la calma y siguió peleando en una posición extremadamente compleja. Tras su magnífica actuación en el Torneo de Invierno, parece estar afinando su espíritu competitivo. Para finalizar el repaso de la actuación oberenista, Leyre resistió, mientras pudo, el embate de Oyaga, pero, a día de hoy, todavía hay cierta distancia. 4,5 puntos de los 10 en juego para el oberenismo. Los resultados completos, están en este enlace. 
Leyre luchando con Oyaga

2 comentarios:

Gregorio dijo...

Sólo necesitaba cinco o seis incomparecencias más para quedar campeón.

Kaiserlich dijo...

Buena estrategia. Lástima de falta de colaboración de algunos adversarios. ;-)