viernes, 17 de enero de 2014

El auténtico Ajedrecista

Me apetecía mucho que llegara el momento de hablar de Leonardo Torres Quevedo ya que tenemos todos la mal sana costumbre de valorar en mucho lo que nos llega de fuera y olvidar a estos grandes personajes nuestros que han dejado una huella imborrable en la historia de la ciencia y aún se merecen ese merecido reconocimiento que va llegando a trompicones.



Don Leonardo nació en Cantabria en 1852 y murió en el año 1936, siendo considerado un hombre tan importante para la ciencia como lo fue Tomas Edison pues sus inventos revolucionaron el avance científico de muchos aparatos que hoy en día se usan y necesitan a diario.

Estoy seguro que Leonardo en su pasión por conocer todo lo nuevo que científicamente se iba descubriendo tomaba buena nota de ello y trataba con sus inventos de sacar el mejor partido, es por eso que uno de sus mejores logros para el mundo ajedrecista y que es un auténtico Record en el Ajedrez porque dio por finalizadas las artimañas fraudulentas de aparatos como Mephisto, autómatas como El Turco o automatones como El Ajeeb dando paso a la novedad auténtica: El Ajedrecista que muchos consideran el primer videojuego de la humanidad.

Era el año 1914 y en la feria de París se presentó El Ajedrecista, una máquina de cálculo que con unos algoritmos básicos era capaz de jugar al ajedrez, torre y rey contra rey, curiosamente no ganaba siempre esta máquina pero ciertamente no había ningún fraude en el juego automático del chess ya que ante un movimiento la máquina obtenía un logaritmo que se traducía en el siguiente movimiento sobre el tablero, obteniendo geniales mates.



El Ajedrecista no es un invento simple, es el resultado de una nueva rama científica que inventó Leonardo, "La Automática", en la que dio vida al sentido de la respuesta automática de un artilugio ante una circunstancia externa y además poder elegir varias opciones de respuesta.

Una de las primeras muestras de inteligencia artificial del mundo fue el Ajedrecista, un juguete para D. Leonardo ya que no es mencionando en los ensayos que publica sobre esa nueva ciencia que había inventado, simplemente fue un guiño gracioso contra todo el fraude de autómatas artificiales que habían surgido años antes y que en este rincón se los hemos mostrado y toda una demostración eficaz de sus máquinas de calculo tan eficientes. No continuó avanzando en la mejora de la máquina ya que en el año 1914 comenzó a embarcarse con un proyecto en el Niágara, una máquina espectacular que aún hoy en día está funcionando y muchos españoles cuando tienen la oportunidad de estar allí y comprueban que fue un paisano el que la construyó se les pone los pelos de escarpia.


El auténtico Ajedrecista llegó de la mano de Torres de Quevedo y lo hizo para sentar las bases de lo que hoy tanto necesitamos y usamos La Automática, sin ella nuestro mundo sería distinto y con el ajedrez se dio un paso de gigantes para la humanidad.

Hoy les recomiendo que descubran la vida de Leonardo Torres Quevedo y de todos sus inventos, les aseguro que será algo inolvidable y sorprendente, mucha información la tienen en los enlaces que aquí se muestran y si van ustedes pinchando no se olviden que las fotos también están vinculadas.



Y para finalizar como premio a tan extensa lectura un pequeño chiste para los más jóvenes lectores de este rincón:

- Manolo mi novia dice que si el sábado voy al torneo de ajedrez me abandonará.
- ¿Y qué harás Juan?
- Lo de siempre Manolo, lo de siempre, Cf3.

4 comentarios:

Kaiserlich dijo...

Gracias por traer a estas páginas la figura de Torres Quevedo

Jose Antonio dijo...

Torres Quevedo es ese gran desconocido por muchos que levanta pasiones cuando se conocen todos sus inventos, a mi me enganchó hace años y nunca me creí que alguien así podía haber existido y no tener la fama que le corresponde.

Un abrazo

felix dijo...

Aunque con retraso por culpa de la AEAT ya tenía ganas de leer este homenaje al gran Torres Quevedo. He disfrutado y he aprendido algún detallito más, para no variar. Buena nota de humor :)
Un abrazo

Jose Antonio dijo...

Amigo Felix, se ha quedado mucho más en el tintero y no era cuestión de poner mucho más, pero seguro que volvemos a rescatar a este maestro Torres Quevedo.

Un abrazo