Como si las estrecheces que experimentó el equipo de Preferente (ver crónica aquí) se transmitieran a través de un invisible conducto al resto de los equipos (lo que, objetivamente, es cierto, pero sólo en parte), la tercera ronda no fue, precisamente, muy favorable para nuestros colores.
El B se enfrentaba a Santa Ana B en Tudela, de manera que hubo bastantes puntos de conexión con lo sucedido en Preferente y, además el equipo se tuvo que desprender, temporalmente, de Andrés para poder cubrir las ausencias del A. Hasta aquí, sin demasiados problemas, ya que afortunadamente, el B había recibido, a lo largo de la semana anterior, el refuerzo de Santi y de Miguel. Así que, sin llegar a haber overbooking, todo en orden. La verdad es que, durante la semana, hubo muchas comunicaciones ente los capitanes de los diferentes equipos y estos y sus jugadores, para cerrar las alineaciones. Todas parecieron funcionar bien, salvo una...lo que descrubrimos cuando estábamos en Tudela a punto de comenzar las partidas. Allí estabamos todos, salvo nuestro flamante fichaje Santi,...cuando surge la pregunta incómoda "¿estaba confirmado?" Una cuestión para nada menor, ya que al bueno de Santi en su (presunto) regreso, le tocaba defender el primer tablero. Así que los teléfonos, ya desconectados para evitar situaciones indeseadas, se vuelven a conectar para intentar confirmar si está o se le espera (o, como en aquel lejano 23F, ni está ni se le espera). Total, que como no conseguimos contactar, quizás esté de viaje y no lo puede coger, pero igual no está contestando porque no reconocer los teléfonos. Así que a a alguien se le ocurre que igual es mejor que Miguel, compañero de fatigas durante tantos años, le llame, porque seguro que reconoce ese número. Así lo hace, aunque también de manera infructuosa. El equipo apura los tiempos, pero, finalmente, tras llegar la hora del comienzo de las partidas, decide subir a todos los jugadores un tablero, dejando el 6º vacío, con la consiguiente renuncia a ese punto y con el inconveniente de que todos juegan con los colores cambiados frente a los previstos; pero la decisión se revela como acertada, ya que Santi nunca apareció (luego se pudo verificar un error en una dirección de email, que, posiblemente, provocó la confusión) y, haber jugado las partidas con una incomparecencia en el primer tablero, hubiera sido aún peor. Para rematar el "mal fario" allí estábamos en mitad de las partidas...cuando suena un móvil. ¿De verdad? ¿A estas alturas? Pues el caso es que el bueno de Miguel, tras haberlo encendido para localizar a Santi, ya no lo apagó y, como Murphy siempre gana, alguien tuvo que llamar por el motivo más irrelevante. En resumen, el estreno en el equipo de nuevos compañeros no se pudo resolver de manera más desafortunada. ¡Cosas que pasan! ¿Y del resto de las partidas? Pues de las cuatro en juego, sacamos 1 punto (dos tablas de Javier y de Fernando), que se antoja botín escaso para lo que prometían las partidas.
Por su parte, el C se desplazaba a Burlada para jugar contra Mikel Gurea. Como ya comentamos, el equipo sufrió dos bajas importantes por tener que reforzar al A, algo ya previsto con cierta antelación. Lo que no era previsible fue la avalancha de imposibilidades para poder jugar del resto del orden de fuerzas, por las circunstancias más varipiopintas. El caso es que sólo quedaron disponibles tres jugadores para tan comprometido compromiso. Afortundamente, la cantera de Oberena es inagotable (o casi; porque esta vez la exprimimos a fondo) y recibió un refuerzo de cada uno de los equipos de Segunda. De esta menera, la alineacion fue Alex, Iñaki, Aimer, Alejandro M y Javier. Enfrente, Sergio Anguas, Iker Irañeta, Jaiver Ecahrri, Asier Alfaro y Alex Ortega. Una diferencia de 400 puntos de Elo por tablero de media (que se ampliaba a más de 500 en los primeros), así que, en el fondo, arañar un punto fue un gesto heroico, que correspondió a dos tablas de Alejandro y Javier. El resto lucharon, pero la lógica se impuso de manera implacable.
Segunda
En Segunda, tres cuartos de lo mismo. El D con las bajas de los Habans (en Georgia) y Aimer (reforzando al C) se enfrentaba a Mikel Deuna. Primer tablero, enfrentamiento entre Leyre y Aritz Idiazábal. No se diga mucho más: 0-4.
La única alegría (con cierta sorpresa) vino del enfrentamiento entre nuestros E y F. Los cuatro puntos quedaban en casa. El E llevaba hasta el momento todos lo puntos posibles (8), así que partía con la vitola de favorito, lo que, en los enfrentamientos fratricidas, no necesariamente, es favorable y, de hecho, se impuso el F, con victorias de Iago, Niobe y Otto frente a rivales, al menos, teóricamente, superiores. Las victorias de los dos primeros serían muy valiosas para la consecución de bloques de Elo, pero la escasez de elados en Segunda, probablemente convertirá estas partidas en pírricas victorias. El honor del E lo mantuvo Lucía.
Este sábado, veinte partidas en Oberena, correspondientes a las partidas entre Oberena A y Orvina A de Preferente, y Oberena
C – Orvina C y Oberena B – San Juan B, en Primera. ¡Anímense!
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