domingo, 13 de abril de 2014

Ajedrez su Vanidad y Espiritualidad

Teresa de Ávila o más conocida por todos nosotros como Santa Teresa de Jesús hoy es nuestra protagonista para hablar un poco de la espiritualidad que encierra el Ajedrez visto desde una época en la que este juego estuvo prohibido y en muchas ocasiones considerado demoniaco.


En tiempos tan lejanos como el siglo XVI, el ajedrez era en muchas ocasiones considerado un juego de vanidad y por ello que en las famosas hogueras de las vanidades que concurrieron en tiempos tan convulsos como los que hoy narramos, tableros y piezas eran echados a la hoguera como castigo en Europa y aunque la tendencia nació en Italia, llegó a España con virulencia pues los datos nos muestran de la mano de San Mateo de Sicilia que en Barcelona habían echado al fuego más de mil tableros y piezas de marfil de tan demoniaco juego que llevaba al hombre a separarse de la fe y caer en el más oscuro pecado de perdición que no era otro que la vanidad.

El juego del ajedrez fue recuperado de esas cenizas vanidosas gracias en gran parte por la familia de los Médicis y salió victorioso momentáneamente en Europa de esa prohibición eclesiástica que había convertido en demoniaco este juego.

El ajedrez tuvo en esta época los días contados, pero los grandes amantes y pasionales entendedores de que en este arte se ocultaban la mejor de las ciencias y una espiritualidad que era necesaria conservar y transmitir, lucharon con fuerza para alzar las valías del Chess y nunca se rindieron.

Así que aquí en España nadie cómo Santa Teresa de Jesús y que hoy la hacemos protagonista del entendimiento espiritual que quiso transmitir sobre el buen uso y gran beneficio que portaba el ajedrez; ella dijo y quedó recogido en el libro Camino de Perfección que fue escrito entre los años 1564 y 1566 por esta mujer santa, mostrando en sus textos su amplio conocimiento sobre el Chess que dominaba el ocio de una época en el que la espiritualidad reñía contra la vanidad del jugador y se deseaba sacar el mejor partido a este arte:

"Creedme: Quién juega al ajedrez y no sabe colocar bien las piezas no llegará a dar jaque mate... Imagino que os maravillaréis de oírme hablar de juegos...Dicen que alguna vez el ajedrez está permitido; con mayor razón estará permitido servirse de sus tácticas. Más aún, si no usásemos estas técnicas a menudo, no lograremos dar jaque mate al rey divino...En el ajedrez la lucha más fiera contra el rey debe darla la reina, aunque concurran a ello otras piezas. Pues bien, no hay reina como la humanidad para obligar al Rey del cielo a entregarse."

Y para despedirme por hoy una meditación, no tengan en su juego Damas coquetas que no comen por conservar la linea, para eso está el Rey que nunca ha sido capaz de acometer a una Dama.

2 comentarios:

Kaiserlich dijo...

Como preámbulo a la semana santa, me imagino ;-)

Jose Antonio dijo...

En parte sí Kaiser, además descubrir los pecados y virtudes que encierra un juego me encanta, ja,ja,ja.

Un abrazo