
Con motivo de las
fiestas de Burlada, Mikel Gurea organizaba el ya tradicional (supongo que se
puede denominar así a un acontecimiento que suma ya 9 ediciones), Torneo
Internacional por Equipos de Fiestas de Burlada, correspondiente al Circuito
Vasco de la Amistad. Finalmente, fuimos 10 equipos (6 de ellos de Mikel Gurea,
demostrando la profundidad de su cantera, además Paz de Ziganda (Adrian
Leránoz, Gorka Argandoña, Iker Ojer e Iñigo Elía), Gazte Berriak (Alfonso
Cemborain, Iñaki Esparza, Jesús María Oyaga y Julio Vázquez), Arrano (Joseba Otano, Xabier
Abaurrea, Martín Zozaia y un chavalilo del que, disculpas, no recuerdo su
nombre) y Oberena). El torneo se disputó en dos fases, una primera de
liga, todos contra todos, y, tras ella, los diez equipos se dividieron en dos
grupos de 5, en virtud de su clasificación en la primera fase, de manera que se
volvían a enfrentar los cinco mejores, entre ellos, por una parte, y, por otra,
los últimos cinco. La clasificación final vino determinada por los puntos
totales conseguidos entre ambas fases.
Nosotros alineamos
un equipo formado por Txemi, Yaben, Cesar y Andrés, suficientemente fuerte como
luchar por arriba, dependiendo, claro, de los rivales. El caso es que tras un
arranque convincente contra Arrano (3-1), en la segunda ronda nos tocaba en
suerte Mikel Gurea A, con quienes, al menos a priori, podíamos estar
compitiendo por “el oro”. No cabe duda que cualquier equipo que pueda presentar
Mikel Gurea en rápidas es fuerte, no hay más que ver el magnífico papel que están
realizando en el Circuito Vasco de Rápidas. Sucede que, en este caso , el
equipo resultó ser un combinado un tanto más fuerte del esperado (confío en que
en este momento sepáis agradecer el suspense de no haber revelado antes el
equipo): Luisda Jimenez (Orvina, Campeón de Navarra de la modalidad), Mikel
Huerga (a éste tampoco hace falta presentarlo, ¿no?), Aritz Mancha (fuerte en
lentas y más aún en rápidas) y Aitor Martínez Ayesa (Campeón de Primera y que
está teniendo un verano más que dulce). Tras perder con ellos por un
convincente 3-1, estaba claro que las posibilidades de vencer, si acaso
remotas, de manera previa, eran prácticamente inexistentes. El resto de la primera fase, se fue
resolviendo entre 3-1 y 4-0 favorables, hasta llegar a las últimas rondas donde
jugábamos frente a los otros dos equipos con los que nos estaríamos jugando el
podium. Mikel Gurea B era otro hueso duro de roer (Iker Irañeta, Angel Vilchez,
Aritz Idiazábal y Sergio Anguas) y, con un poco de falta de fortuna, caímos
1,5-2,5 y, en la última ronda, victoria frente a Paz de Ziganda (3-1) que nos
permitia pasar a la segunda terceros, pero con expectativas de subcampeonato.
En la segunda fase,
comenzamos contra los últimos con los que habíamos jugado la primera fase (Paz
de Ziganda), aunque, en este caso no fuimos capaces de pasar del empate.
Contundente victoria en la segunda ronda frente a Mikel Gurea C (sí, Mikel
Gurea colocó tres quipos en la fase final). Tercera ronda, contra Mikel Gurea A, contra los que conseguimos sacarnos la espinita, al derrotar al fuerte combinado por 3-1, loque
parecía garantizarnos el subcampeonato; pero un desliz en la última ronda
frente al B (1-3) nos relegó al tercer puesto final. Victoria, claro, para
Mikel Gurea A y segundo puesto para el B.
Por tableros, en el
primero, Txemi estuvo cuasi excelso
10,5/13, con dos victorias sobre Luisda, creo que mejor primer tablero del
evento. Yaben, bien en el segundo, con 9/13 (que pudieron ser más, porque
alguno de los chavalillos le reclamó una ilegal en una partida ganada, al darle
un jaque lejano, así como de pasada, que Yaben omitió. Eso es tener escuela) y,
sobre todo, una magnífica victoria sobre Mikel Huerga. Cesar, en el tercero, que obtuvo la primera victoria del Torneo,
también obtuvo 10,5 con algunas partidas de interés (comentaba que ya podía
haber valido para Elo Blitz, que hubiera subido unos cuantos puntitos, para
compensar algún desastre reciente). Andrés, en el cuarto, también anduvo sobre
los 9, que pudo ser alguno más, si se hubiera percatado de que la bandera de
algún contrario había caído antes que la suya (algunas partidas se jugaron con
relojes analógicos, con bandera física, dada la contidad de tableros); pero sobre todo, lo que Andrés tiene
es mucho mérito, porque mira que hacerse una paliza de kilómetros para echarse
unas partiditas…
Al final, la
tradicional txistorrada en la que, no hace falta decirlo, ganamos todos.